La prueba de mioglobina mide la concentración de mioglobina en la sangre, una proteína que se encuentra principalmente en el tejido muscular y que se libera en el torrente sanguíneo cuando hay daño muscular. Su utilidad clínica es importante en la evaluación de lesiones musculares agudas, como en el caso de traumatismos o rabdomiolisis, así como en el diagnóstico de infarto de miocardio, aunque es menos específica que otros marcadores cardíacos como la troponina. Niveles elevados de mioglobina pueden indicar daño muscular, y su presencia en la sangre puede ser un indicador temprano de infarto. La prueba de mioglobina es particularmente útil en situaciones de emergencia, ya que puede ayudar a diferenciar entre causas cardíacas y no cardíacas de dolor en el pecho y evaluar la extensión del daño muscular. Sin embargo, se debe interpretar en conjunto con otros estudios y hallazgos clínicos para obtener un diagnóstico preciso.