Es una técnica utilizada para examinar la orina en busca de microorganismos, como bacterias, hongos, parásitos y, en algunos casos, células inflamatorias o cristales. Se realiza al centrifugar una muestra de orina para concentrar las partículas presentes en el sedimento, que luego se coloca en un portaobjetos y se tiñe con la técnica de Gram. Este proceso permite observar bajo el microscopio la presencia de organismos patógenos, proporcionando información sobre la posible causa de infecciones del tracto urinario (ITU).