La prueba de globulinas mide la concentración de globulinas en la sangre, que son un grupo de proteínas plasmáticas que desempeñan funciones importantes en el sistema inmunológico, el transporte de sustancias y la regulación de la presión oncótica. Las globulinas se dividen en varias fracciones, incluyendo alfa, beta y gamma globulinas. Su utilidad clínica es fundamental para evaluar trastornos hepáticos, enfermedades autoinmunitarias, infecciones y condiciones que afectan el sistema inmunológico. Niveles elevados de globulinas pueden indicar inflamación crónica, infecciones o trastornos como el mieloma múltiple, mientras que niveles bajos pueden estar asociados con problemas hepáticos o desnutrición. La medición de globulinas es parte de un perfil proteico más amplio y proporciona información valiosa sobre el estado general de salud del paciente y su capacidad inmunológica.