Los factores de la coagulación son proteínas esenciales para la formación del coágulo sanguíneo en el proceso de coagulación. Son sintetizados en el hígado y liberados a la circulación como respuesta a traumas o lesiones, la activación ocurre por un mecanismo de pasos sucesivos conocido como cascada de la coagulación. El factor II de la coagulación (protrombina) es una proenzima sintetizada en el hígado a través de una vía dependiente de la vitamina K y mediante un proceso de recorte en su estructura es convertida en proteasa con función específica dentro del proceso de coagulación. Su conversión a trombina ocurre por acción del factor. El déficit es el más raro de todos los factores, puede ser de origen hereditario y se manifiesta a cualquier edad, pero por lo general, las formas graves se manifiestan a temprana edad. Los signos típicos incluyen: epistaxis, menorragia, hemorragias en la cavidad bucal, sangrado de las mucosas, sangrado en los tejidos blandos, hemartrosis, fácil aparición de moratones y sangrado prolongado después de una extracción dental, trauma o cirugía.