Mide la concentración de bilirrubina total en la sangre, que se divide en bilirrubina directa (conjugada) e indirecta (no conjugada). La bilirrubina directa es soluble en agua y se forma cuando la bilirrubina indirecta se metaboliza en el hígado. Su utilidad clínica es fundamental en la evaluación de enfermedades hepáticas, trastornos hematológicos y problemas en la función biliar. Niveles elevados de bilirrubina total pueden indicar condiciones como hepatitis, cirrosis, obstrucción biliar o hemólisis. La medición de bilirrubina directa, en particular, ayuda a diferenciar entre diferentes causas de ictericia y a determinar si la elevación se debe a problemas hepáticos o a la hemólisis. Esta prueba es esencial para el diagnóstico y el monitoreo de enfermedades hepáticas y biliares, y para guiar decisiones terapéuticas.